MOMENTOS "NO ME ENTIENDE"
Hoy te quiero hablar sobre un problema de la comunicación en pareja: los momentos “no me entiende”.
Los momentos “no me entiende” aparecen siempre en la historia de una relación de pareja. No importa cuántas veces se lo hayas dicho ni cómo lo hayas hecho, al final sientes que no te entiende.
No tenemos superpoderes ni podemos saber lo que piensa la otra persona tan sólo con mirarle a los ojos fijamente. Eso sería de ciencia ficción.
Sin embargo, en una relación de pareja pretendemos que eso sea real. Frases como: “no entiendo que no te hayas dado cuenta”, “te lo he dicho varias veces” o “nunca cambias” lo demuestra.
Y la conclusión a la que muchas personas llegan en esta situación es que no se las quiere ni se las valora.
No más superpoderes en una relación de pareja. Los momentos “no me entiende” siempre desembocan en enfados y malentendidos.
EL PROBLEMA DE LA MALA COMUNICACIÓN EN PAREJA
El problema, en el fondo, reside en las expectativas que se generan sin que se haga de una forma explícita. Eso lleva a la desilusión.
Tienes que dejar de creer y empezar a preguntar.
Pregunta lo que ha entendido y cómo lo ha entendido sin hacer ningún tipo de asunción previa. Comprueba que la otra persona ha entendido lo que querías transmitir (incluso más allá de las meras palabras).
Los momentos “no me entiende”, como casi todos los problemas de discomunicación, es una responsabilidad compartida. Nunca es culpa de uno sólo. Porque en toda comunicación hay un emisor y un receptor.
Si lo piensas con detenimiento te darás cuenta de que no siempre te expresas con la claridad necesaria para que tu mensaje se comprenda…¡ni mucho menos!
En ocasiones mantenemos conversaciones que se convierten en malentendidos sobre malentendidos, que producen un efecto “bola de nieve” capaz de arrasar a sus interlocutores. Enfado garantizado.
¿CÓMO LO APRENDÍ EN MI RELACIÓN DE PAREJA?
Te quiero contar una experiencia que sufrí en mis propias carnes:
Un día estaba dando clase en la Universidad. Teníamos previsto ir a comer a casa de mis suegros después de la clase. En uno de los descansos, llamé a mi marido y le dije: “pon a los niños “decentes” para ir a comer”.
Di por sentado que entendería mi concepto de “decente” con respecto a los niños. Y lo que quería decir, en realidad, era que quería que fueran con una ropa concreta que yo tenía visualizada con claridad en mi mente. Pero no le dije eso, le dije: “decentes”.
No comprobé que el mensaje había sido entendido como yo quería que se entendiese. Y mi sorpresa fue que, al llegar a casa de mis suegros, vi a los niños con jersey a rayas y camisa de cuadros.
En ese momento sentí que no había sido entendida o que se había hecho por fastidiarme.
Ese día aprendí dos cosas muy válidas para una relación de pareja y para la salud de su comunicación.
La primera fue que, cuando explicas algo, debes comprobar que el receptor entiende bien lo que quieres transmitir.
La segunda fue el valor de saber delegar bien. Consiste en asumir la responsabilidad de los resultados de dicha delegación.
Seguro que la mayoría de tus problemas de comunicación en pareja se han debido a que el receptor del mensaje no entendió lo mismo que quería decir el emisor; o que no supiste delegar y no asumiste la responsabilidad metiendo el pico y la pata.
En ocasiones más vale morderte la lengua y reflexionar sobre cómo hacerte entender mejor la próxima vez que desatar la tormenta perfecta en vuestra relación de pareja.
EL PROBLEMA DE LOS COLORES
Ojo con la comunicación de los colores. Recuerda que no todo el mundo percibe los mismos colores que tú y que puede haber “diferencias sustanciales” en la percepción del color de un mismo objeto de unas personas a otras.
Muchas de ellas, además, son diferencias sexuales. Por lo que tiene su especial importancia en la comunicación en pareja. Seguro que sabes a lo que me refiero.
LAS APLICACIONES DEL DIABLO
Un consejo más: cuidado con “WhatsApp” y aplicaciones de mensajería similares. Es muy fácil que la comunicación se tergiverse si usamos este tipo de herramientas. Yo creo que, en realidad, fueron inventadas por el mismísimo diablo para confundirnos.
Un mensaje de “WhatsApp” puede ser entendido de mil maneras distintas por mil personas distintas. Porque no lleva la parte de comunicación no verbal que tanto nos ayuda a entendernos.
Por no hablar de los emoticonos…
Y TÚ…
¿Cuántos momentos “no me entiende” has sufrido en tu relación de pareja? Me encantará que me escribas contándomelos.
Recuerda: asegúrate siempre de que el receptor de tus mensajes está entendiendo lo que quieres transmitir correctamente.
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