¿QUIERES CREAR ESPERANZA EN TU RELACIÓN O INFUNDIR MIEDO?
De un tiempo a esta parte me fijo mucho en las parejas con las que me cruzo por la calle o en las que están en las cafeterías sentadas cerca de mí. Yo lo llamo “curiosidad terapéutica”…
El hecho es que me he dado cuenta de que no todo es tan bonito como nos lo pintaban en los cuentos de nuestra infancia.
Si comparásemos una relación de pareja con un motor, te diría que ese motor puede tener dos cilindradas distintas: un motor que se mueve desde la esperanza, cuando el objetivo es que la relación crezca de una forma sana (y con ella, sus componentes); otro motor, aún más potente, que se mueve desde el miedo, aunque te parezca difícil de creer.
El miedo puede ser un buen pegamento que hace que muchas parejas se mantengan unidas. Los chantajes y amenazas con dejar a la otra persona están a la orden del día para conseguir que se haga lo que uno quiere.
Ese miedo sólo es el reflejo de otro más grande que vive en nuestro interior: el miedo a estar solo. Un miedo con un gran poder que puede llegar a provocar que una persona realice acciones que nunca habría pensado siquiera en acercarse a realizar.
Y aquí llegamos al verdadero “quiz” de la cuestión: puede que pienses que a tu pareja le conviene algo en concreto. Sin embargo, aun siendo verdad, si lo termina realizando por miedo, quizás no sea tan buena idea, ¿no crees? ¿Qué pasará cuando pierda el miedo a ser dejado?
Además, cuando algo parece funcionar se tiende a repetir. Es decir, que esta estrategia de chantaje emocional corre el riesgo de repetirse con asiduidad dentro de una relación de pareja. Sin embargo, su efecto será cada vez menor porque los seres humanos podemos acostumbrarnos a los miedos.
Así, a base de repeticiones, el miedo a ser dejado puede transformarse en mera indiferencia. Estamos ante una dificultad que no es sencilla de percibir. Aunque te puedas engañar diciéndote que chantajeas a tu pareja por su bien, en el fondo no es verdad. En el fondo lo haces buscando tu propio beneficio.
Y es que, si sabes que tu pareja hace algo sólo por miedo a que lo dejes, ¿has pensado alguna vez que lo que estás haciendo es transmitir un mensaje subliminal que dice “no te quiero por lo que eres; te quiero por lo que puedes llegar a convertirte”?
Un mensaje que empequeñece al que lo recibe, anulándolo todavía más en lo que a su personalidad se refiere y haciendo que la relación caiga en un círculo vicioso de chantaje emocional.
Lo que te propongo te puede resultar contraintuitivo a priori. Quiero que dejes de preocuparte por tu pareja y que te preocupes más por ti. ¿Cómo te quedas? Me explico…
Quizás se trate de que dejes de justificar tu crecimiento personal, tus ganas de seguir creciendo, tus amistades, tus motivaciones, tus objetivos, tus salidas. Sin culpas y sin miedos a dejar sola a la otra persona.
Una persona puede elegir estar sola y es respetable. Si esa misma persona en algún momento siente que quiere dejar de estar sola y crecer, pedirá ayuda (de formas muy diversas, claro). Pero tiene que ser esa persona la que de el primer paso sin la influencia del miedo.
Desde ahí, sí que es posible mostrar el camino del cambio y estimular el motor de la esperanza. Sin presiones y sin miedos. Sólo desde una decisión propia.
Y, si esa persona completa el camino del cambio, ten por seguro que éste va a ser eterno.
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Hasta pronto.