NO TE HAGAS PAJAS MENTALES

Hoy te quiero hablar de unas pajas muy especiales: de las pajas mentales que te haces con tu pareja. Unas pajas que no son nada sanas y no te otorgan ningún beneficio. Y mucho menos, placer.
¿QUÉ SON LAS PAJAS MENTALES?
Con pajas mentales me refiero, por ejemplo, a cuando notas que tu pareja lleva unos días más ensimismad@ y con el móvil en la mano todo el día sin dejarte ver muy bien qué está haciendo.
Ahí es donde empieza el delirio paranoico que caracteriza a las pajas mentales, ya que lo primero (y único) que piensas es que te está engañando con otr@.
Racionalizemos un poco y no nos dejemos llevar por la paranoia. Pueden haber miles de posibilidades que expliquen su comportamiento, más allá de la de que te esté poniendo los cuernos.
CIERTOS OLVIDOS
Otra de las pajas mentales más frecuentes se da cuando hay una celebración especial (aniversario, cumpleaños) y una de las partes espera algún acto especial que lo signifique pero que al final no llega.
Aquí, las pajas mentales se dirigen hacia la rumiación de la idea de que en su lugar tú sí que lo habrías hecho: le habrías preparado esa sorpresa que deseabas para ti.
Y de ahí a llegar a la conclusión de que ya no te quiere y por eso estás notando que apenas se acerca a ti (profecía autocumplida) son dos vueltas de tuerca.
CONTENIDO DEL DELIRIO
Lo más frecuente es que las pajas mentales contengan ideas del tipo “me va a dejar”, “ya no me quiere” o “existe una tercera persona”.
Se pueden construir auténticos castillos con un grano de arena si tienes bien entrenado el músculo de las pajas mentales.
El tiempo transcurrido entre la generación de la paja mental hasta su racionalización marca mucho sus dimensiones. Hay pajas mentales que pueden llegar a durar hasta meses.
Esos delirios prolongados, que no suelen ser manifestados ni verbalizados, se terminan por asumir como verdades absolutas por parte de nuestro cerebro, que le gusta jugarnos malas pasadas.
Si nuestro cerebro se ha convencido de que el delirio montado a base de pajas mentales es cierto, no va a tener ningún problema en encontrar las pruebas incriminatorias necesarias para apoyar su delirante tesis ante cualquier intento de racionalización.
REDES SOCIALES Y LA VIRALIZACIÓN DELIRANTE
Y un delirio de este tipo puede llegar a viralizarse y hacerse colectivo si se lo contamos a algún amigo o familiar, ya que no va a cuestionar la veracidad de nuestras palabras ni a contrastar la información con otras fuentes.
Cuando repetimos mucho una versión de la realidad, ésta termina por parecer más verdad cada vez.
Las redes sociales son una herramienta muy útil a la hora de propagar y magnificar las pajas mentales. Un escaparate donde se asumen como verdades absolutas meros detalles y postureos.
MIEDOS
Detrás de esas pajas mentales, como no podía ser de otra forma, reside el miedo (que ya sabes que es el antagonista del amor).
Las pajas mentales son más frecuentes cuando me quiero menos, tengo más necesidad de sentirme querid@ y tengo miedo a que dejen de hacerlo.
En ese contexto, una simple chispa puede provocar un incendio si lo regamos con el combustible de las redes sociales.
A la hora de contrastar con tu pareja las pajas mentales que te has creado va a ocurrir que la otra persona no va a comprender nada y eso puede llevar a la discomunicación hasta el punto de que se tome como una prueba más de que el delirio es cierto.
SUPERAR EL DELIRIO
Cuando tienes una paja mental instalada dentro de tu cabeza, lo mejor es minimizarlo. Para ello, debes de hablar sobre ello antes de que se expanda más y más.
Una magnífica idea puede ser transmitir a tu pareja, desde la tranquilidad y el sosiego, el miedo y la intranquilidad que la situación te está provocando para que pueda aclararte los puntos que necesites.
Una idea recurrente que no para de ser rumiada en la cabeza, no deja de ser una llamada inconsciente al Universo para que dicha idea se manifieste en el mundo físico. Así que: cuidado con las pajas mentales descontroladas.
Antes de que una paja mental se descontrole y estalle en una pléyade de emociones y comportamientos no deseados, es preferible hablarlo y racionalizarlo.
Invierte en tu crecimiento personal para evitar rayaduras de coco y otras pajas mentales.
Muchas gracias por estar ahí, por acompañarme, por dar al “me gusta”, suscribirte al canal, por compartirlo con todas aquellas personas que pueda serles de utilidad y por recomendar nuestras formaciones. Estás ayudando a la democratización del saber en Sexología.
Ya sabes que puedes encontrarme en rosamontana.com y en el correo rosa@rosamontana.com.
Allí podrás consultar mis servicios como sexóloga y en Terapia de Pareja, así como muchas más oportunidades para mejorar tu relación de pareja.
También estoy en inviven.com, mi nuevo proyecto de desarrollo personal para cambiar el mundo a través de la formación de instructores de vivencias en positivo.
Y no te olvides de pasarte por la Academia Rosa Montaña: un portal de formación online en el que encontrarás lo que necesitas para seguir evolucionando hasta tu mejor versión en el ámbito del desarrollo personal y de pareja. Regístrate y aprovecha las ofertas limitadas que encontrarás.
Hasta pronto.
Un comentario
Incomunicación o discomunicación?