Hoy te quiero traer parte de mi experiencia tras 16 años trabajando con muchas parejas. Consiste en un tipo de comunicación no efectiva: frases que a la mayoría de mujeres, sólo con escucharlas, se le erizan los pelos.

TRANQUILA CARIÑO, YA ME ENCARGO YO

No sé si esta frase proviene de todas esas películas de Disney en las que hay princesas en apuros que necesitan ser salvadas. La realidad es que no somos ninguna princesita sino unas guerreras que no necesitan ser salvadas por ningún principito o superhéroe.

Ante esta frase, la respuesta es: “yo me cuido solita y, si en algún momento necesitase de tu ayuda, te lo haría saber”.

No favorezcamos las relaciones dependientes con frases como estas o mediante la comunicación de ideas como que las mujeres necesitan ser salvadas de alguna manera.

Y si te creíste el cuento de que los hombres tienen que salvarte y encargarse de ti, olvídate de la idea cuanto antes.

DEJA QUE TE ENSEÑE

Para que una relación de pareja funcione, conviene que exista una horizontalización del poder: que ambos miembros de la pareja se sitúen al mismo nivel.

Cuando no es así, con nuestra comunicación estamos implicitando que una parte de la pareja es más pequeña mientras que la otra tiene la obligación de enseñar.

Puede que la intención de la frase no sea la de romper el status quo horizontal de la relación de pareja, pero el resultado ha sido que se ha producido una desigualdad evidente y manifiesta.

Da igual el ámbito en el que se produzca, una forma de hacer las cosas no es más que una opción personal que no debe ser mejor ni peor que otras.

TE JURO QUE NO TE MIENTO

Y, mientras tanto, la nariz le crece más que la de Pinocho…

No quiero incitarte al “sincericidio” en tu comunicación de pareja pero, si te han pillado, es mejor no mentir. Porque mentir es sinónimo de pérdida de confianza.

A las chicas no les gustan las mentiras. Nada. A los hombre tampoco, por supuesto. Por eso, estas frases valen para ambos sexos.

GRACIAS A MÍ, CONOCERÁS EL MUNDO ENTERO

Nadie debería pedir permiso para coger las maletas y hacer un viaje soñado. Eso es cosa de un pasado lejano. Y, si no es así, las cosas deberían ya de estar cambiando.

Vuelve a resultar un reflejo de una relación desigual en la que una de las partes es inferior a la otra. En estas condiciones no hay sitio suficiente para el respeto mutuo.

Puede que desees compartir con tu pareja ese viaje tan especial, pero no necesitas a tu pareja para hacerlo. ¿Ves la diferencia?

CARIÑO, VOY A HACER QUE VEAS LAS ESTRELLAS

Lo que quieren decirte, en realidad, es que van a conseguir que obtengas uno, dos o más orgasmos.

¡Qué manía con lo del orgasmo!, ¡qué cansino!

A ver: los orgasmos no se regalan ni se dan. Los orgasmos se tienen y cada cual es responsable de los suyos.

Eso no significa que puedas conseguirlo acompañándote de otra persona, por supuesto. Pero lo que no es cierto es que nadie te pueda dar un orgasmo ni tienes ninguna responsabilidad, ni para bien, ni para mal, en que tu pareja lo alcance.

MATIZA TU COMUNICACIÓN

¿Qué hacer si has pronunciado alguna vez una de las frases malditas?

Lo primero es pedir disculpas si en algún momento has dejado caer alguna insinuación en ese sentido.

Puedes matizar mejor las frases que digas en el futuro para que no ocurra ningún malentendido. 

En el fondo, se vuelve a tratar de mejorar la comunicación en pareja. Y eso sólo se consigue practicando.

A comunicar se ha dicho.