¡Ójala este episodio del podcast se quedara pronto obsoleto!

Y es que te quiero invitar a que explotes tu feminidad y tu sexualidad, dándote permiso para disfrutar más y mejor de tu vulva. 

SEXUALIDAD Y LIBERTAD

Porque todavía me ocurre que, en terapia, cuando hablo de sexo de una manera explícita, muchas mujeres comienzan a santiguarse. 

Cualquier creencia religiosa es respetable pero no deberían de influir de una forma negativa sobre tu sexualidad y tu erótica.

Durante muchos años hemos tenido que escuchar auténticas barbaridades y todavía existe mucha falta de libertad a la hora de hablar de la sexualidad femenina; y no tanto en lo que se refiere a la sexualidad masculina.

Un ejemplo claro está en la censura social asimétrica que despierta el rascado de los genitales en función del sexo de la persona. Cuando tanto los genitales masculinos como los femeninos poseen el mismo tipo de vello y glándulas sudoríparas. Pero no está igual de bien o mal visto. ¿A que no?

Lo mismo pasa con la idea acerca del permiso para disfrutar de la sexualidad: a nivel social se ha establecido que los hombres lo tienen y está bien visto; mientras que no está tan bien visto cuando es una mujer la que se da el mismo permiso.

Y, mientras esos sesgos existan, tendré que seguir haciendo episodios de podcast como éste.

CONOCE TU VULVA

Los hombres tienen más fácil visualizar y explorar sus genitales. Sin embargo, las mujeres lo tienen más complicado en primera instancia. Sin embargo, con la ayuda de un simple espejo, la dificultad se supera. De hecho es muy recomendable que las mujeres descubran y exploren sus genitales: cómo son sus labios, el clítoris y su glande, etc. ¡Conoce tu vulva!

La vulva suele tener muchas connotaciones negativas, y más si la zona genital no está rasurada. Se dan nombres despectivos que parecen indicar idea de suciedad y falta de higiene: felpudo, selva…

Cuando es todo lo contrario: el vello tiene una función de protección frente a gérmenes y microbios. 

Dejad de castigar a vuestras vulvas con champús y otras historias: con la ducha diaria es suficiente para mantener la higiene. Y si huele, es que tiene que oler, como cualquier otra parte del cuerpo.

NO HAY DOS VULVAS IGUALES

La vulva es un reino de diversidad y cada vulva es distinta a las demás: en tamaño, forma, coloración, cantidad de grasa, etc…

Y, aunque no es la única parte del cuerpo que nos da placer, tiene mucha importancia en esa función. Pero, si no conocemos nuestra vulva, eso va a ser una dificultad para disfrutar de ella, tanto a solas como con tu pareja.

Libera tu vulva de una vez, deja que tenga su espacio y aprende a disfrutar más de ella y de tu erótica.