SI TE VAS A TIRAR A LA PISCINA, ASEGÚRATE DE QUE HAYA AGUA

Cuando te encuentras en la situación de que te gusta una persona pero no sabes si dar un paso adelante y saltar a la piscina, conviene que eches un vistazo antes para comprobar que tiene agua.
PRUDENCIA Y EXPECTATIVAS
No te estoy aconsejando que te dejes vencer por el miedo, eso no va con mi línea de pensamiento.
Pero una cosa es el miedo y otra muy distinta la prudencia.
Conviene saber el terreno que estamos pisando en todo momento y tener muy claras las expectativas que estamos asumiendo.
LIGAR EN EL SIGLO XXI
No es ningún secreto que la forma de ligar en el siglo XXI no tiene nada que ver con la forma de hacerlo hace no demasiados años. Y más ahora, con el tema de las restricciones debidas a la pandemia.
Las aplicaciones móviles han transformado también este tipo de interacción humana y se han convertido en algo habitual hoy en día.
En este sentido, si aún no estás preparada para asumir que te puedan decir que sí a través de una de estas aplicaciones, porque tengas miedo o no hayas superado una relación anterior, mejor ni entres: no podrás manejar bien tus expectativas.
TRASPASAR LA PANTALLA
Más adelante, cuando toque traspasar la pantalla y conocerse en carne y hueso, tocará de nuevo tirarse a la piscina.
Porque puede ser que te haya gustado físicamente pero que, al estar a su lado y conocerlo en persona, emocionalmente no te transmita lo mismo.
Tendréis que hablar, comentar, contaros cosas el uno del otro, etc…
A través de esas conversaciones deberás de darte cuenta si existe posibilidades de que vayas más allá con esta persona.
Y en este proceso hay que olvidarse de las prisas y no hace falta correr. Debemos de tener nuestro tiempo antes de tirarnos de nuevo a la piscina.
A veces la ansiedad nos puede y puede que nos lleve a tomar decisiones de las que luego nos arrepentimos.
Y si nos vemos apremiadas a tomar la decisión de tirarnos a la piscina por la otra persona, mejor será que cojas la toalla y busques otras aguas.
CONTROLA TUS EXPECTATIVAS
Vamos un poco más allá y supongamos que decidís dar un paso más pero esa persona ya tiene pareja y te dice que no piensa dejarla pero que le gustaría que fueras su amante.
Aquí hay que tener mucho cuidado con las fantasías que nos autoprovocamos y las expectativas que asumimos como verdades.
Hay que saber muy bien con quién te lanzas a la piscina para nadar a su lado. Puede que esa persona termine haciéndote una aguadilla y que pases un mal rato.
Las expectativas pueden hacernos demasiado daño en muchas ocasiones.
DISFRUTA DEL AGUA
La piscina está para pasarlo bien y no para sufrir. Por eso debes de saber muy bien lo que estás haciendo en cada momento.
Si no sabes nadar, lo primero es aprender: lee, haz cursos, formaciones o acude a terapia.
Puede que sepas nadar, pero lo justo. En estos casos quizás debas apuntarte a un curso de perfeccionamiento que te permita disfrutar mucho más dentro del agua.
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