¿FINGES EL ORGASMO?

¿Has fingido un orgasmo alguna vez? ¿Lo han fingido estando contigo?
ORGASMO Y COMUNICACIÓN
El motivo de que haya mujeres que fingen sus orgasmos reside en una falta de comunicación. Sobre todo en el miedo a comunicar la poca destreza de su amante y herirlo en su autoestima.
Primero: nadie nace aprendido; segundo: el orgasmo no te lo va a otorgar tu amante sino tú misma. Y, si un día no alcanzas el orgasmo, no va a pasar nada.
AUTOCONOCIMIENTO
Para lograr alcanzar el orgasmo es imprescindible que te conozcas y te “trabajes”. Entonces, ¿por qué ese miedo a que nuestra pareja piense que carece de esa capacidad amatoria?
Que sepas que si eres capaz de fingir una vez, lo más probable es que seas capaz de hacerlo una segunda y una tercera. Y así, ¿hasta cuándo?
Porque hay muchas chicas que nunca han tenido un orgasmo aunque te pueda parecer imposible. Y no estoy hablando de generaciones pasadas.
Y, por lo tanto, hay muchos chicos que piensan que sus parejas están teniendo orgasmos. No te creas que el engaño se nota tan fácilmente si se hace bien (¿quién no recuerda a Meg Ryan en “Cuando Harry encontró a Sally”?).
¿Te das cuenta de cuántos errores cometemos si sólo queremos fiarnos de la anatomía y la fisiología?
UN POCO DE FISIOLOGÍA
Las chicas solemos lubricar a lo largo de todo el ciclo menstrual. Es decir: unos días después de la menstruación empieza el período secretor del ciclo ovárico hasta el momento de la ovulación.
Esto puede dar lugar a errores en los encuentros eróticos mantenidos en esta fase del ciclo. Ejemplo: chico que empieza con un beso, toca una teta, baja, toca y está húmeda. Entonces piensan que la chica está sumamente excitada de forma errónea. Si se precipita con la penetración incluso puede llegar a provocar, lejos de un orgasmo, un cuadro de dolor que termine desencadenando un vaginismo.
Como sabes, el vaginismo es la contracción involuntaria de la musculatura vaginal (suele estar provocada por dolor o dispareunia del que ya hablamos en este podcast; te dejo el enlace: LQSQS 1×77. Qué dolor cuando me la mete), pudiendo llegar a provocar una falta de deseo sexual a la larga.
En ocasiones se finge tan mal porque lo que se busca es terminar cuanto antes y pasar a otra cosa.
¿QUÉ ES EL ORGASMO?
Puede que el problema sea que no sepas muy bien qué es lo que tienes que sentir en un orgasmo. Puede que hayas escuchado opiniones discordantes: unas amigas que te hayan dicho que tampoco es para tanto; y otras a las que hayas escuchado que han tenido tres orgasmos en una misma noche y están en la gloria.
Y es que hay mucha fantasía y mucho postureo alrededor del orgasmo. Cuando la realidad es que no es una obligación: puedes pasar un rato estupendo con tu pareja sin tener que estar obligados a llegar al orgasmo (y mucho menos llegar a la vez como en las pelis).
Pero, ¿tener que llegar a fingir sólo por es lo que se espera? Para mí es un modo de deslealtad en pareja.
Otra de las cosas que suele ocurrir es que las mujeres confunden el orgasmo con una fase de la excitación sexual, denominada “punto J”.
El punto J es como la antesala del orgasmo, un punto de no retorno. A partir de ese punto, si se sigue avanzando en la intensidad de la excitación, ya no hay vuelta atrás y el orgasmo es inevitable.
El tema está en que, cuando se confunde el punto J con el propio orgasmo, muchas chicas piden parar a su pareja con lo que nunca lo alcanzan de verdad.
MÁS COMUNICACIÓN
La clave, como en tantas otros aspectos de una relación de pareja, está en la comunicación. Hablar sobre lo que sientes, cómo te gusta, etc. es fundamental.
Así que te repito: no ganas nada fingiendo el orgasmo. A ver, que nadie ha nacido aprendido y, si no estáis consiguiéndolo, puedes buscar la ayuda de un especialista: una sexóloga o terapeuta de pareja que os haga cambiar vuestras creencias.
Porque, en ocasiones, los encuentros eróticos se vuelven tan rutinarios que aparece la apatía y la desidia.
Existen muchísimas opciones para hacer dentro (o fuera) de la cama y que os proporcionará mucho placer sin la necesidad de acudir a la penetración.
Como siempre os digo, el abanico de posibilidades eróticas juega a nuestro favor: desde sexo oral, en cualquiera de sus múltiples posibilidades, a un masaje por todo el cuerpo, se me ocurren muchísimas cosas.
Al orgasmo no se llega sólo mediante la penetración (incluso a veces no es ni siquiera un camino). Se puede llegar a tener un orgasmo simplemente besándonos.
Entonces, ¿qué te parece si dejas de fingir los orgasmos?
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